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Este delicioso alimento proviene del árbol del theobroma, nombre Azteca que se refiere a “alimento o tributo a los dioses”, los beneficios que nos trae son muchos, además de ser uno de nuestras bebidas preferidas, también tiene usos medicinales, los cuales eran ya conocidos por las comunidades indígenas de lo que hoy es centro América y Suramérica, desde México hasta chile y Argentina tiene cacao y siempre los indígenas lo conocieron y usaron; sabían que al comer cacao nos sentimos mejor, menos nerviosos y nos vamos poniendo alegres, también tiene la propiedad de bajar el dolor menstrual en las mujeres y ayudar a regular el ciclo. Los guerreros lo usaban como bebida fortalecedora y la manteca la aplicaban como ungüento para curar heridas. En Europa no tenían cacao (¡que triste!) El primero en llevar el cacao a Europa fue Cristóbal Colón, y los españoles empezaron a usarlo y por supuesto les encantó, solo añadieron un poco de azúcar y lo calentaron, ya que los aztecas y en general los indígenas de América, lo usaban frio.
Entre los minerales presentes en el cacao se encuentran el magnesio, cobre, potasio y hierro. Se sabe que el magnesio, el cobre y el potasio ejercen un papel de protección cardiovascular, mientras que el hierro se encuentra significativamente en el chocolate oscuro o amargo.
Por otro lado, tienen propiedades antiinflamatorias, que resultan en efectos cardioprotectores. Además, modulan la microbiota intestinal, evitando el estreñimiento, aporta al fortalecimiento del sistema inmunológico, la producción de vitaminas e incluso la reducción del riesgo de diabetes.
Pero… es muy importante tener en cuenta que tales beneficios a la salud están conferidos al cacao y cuando se consume como un chocolate denso en energía, con azúcares y otros ingredientes agregados puede tener efectos perjudiciales, como el aumento de peso. Es importante entonces, usarlo pero ojalá sin azúcar, en sus versiones más amargas, del 70% en adelante. Es decir, una cosa es chocolates o chocolatina y otra muy diferente el cacao puro. Es aconsejable consumir unos 15-20 gramos (100-130 Kcal, el equivalente a un yogur o una pieza de fruta) 3-4 veces por semana para podernos beneficiar de las magníficas propiedades de este manjar y estar siempre felices, pero no te pases de cantidad ni añadas azucares.
Su aporte en vitaminas A y C la mejoran y hacen del chocolate una destacada fuente de hierro de origen vegetal. Además nos aporta otros minerales en muy buenas cantidades como magnesio, importantísimo para muchísimos procesos metabólicos además de fósforo, potasio, cobre y calcio.
El aporte de vitaminas del grupo B es también importante.
¡Además es antioxidante! Pues contiene el alcaloide teobroma, así que ya sabes. A tomar chocolate si quieres permanecer siempre joven.
El THC (un caniboide) que contiene, y las endorfinas hacen que seamos más felices, calmados, positivos y tranquilos pero sin los efectos psicotrópicos, y la theobroma tampoco es adictiva como sí lo es la cafeína.
Las frutas y verduras son excelentes formas principales de llenarse, pero una forma fácil de aumentar su ingesta: vierta las semillas (es decir, semillas de chía y lino).
Además de ser una gran fuente de fibra, la chía y el lino son potencias nutricionales por derecho propio. Entonces, ¿cuál es exactamente la diferencia entre la chía y el lino? Para empezar, la chía parece semillas pequeñas y tiene un sabor suave. Las semillas de lino se encuentran con mayor frecuencia molidas (aunque también puede comprar chía molida si no desea la textura de la semilla) y tienen un sabor más a nuez.
Toda la tendencia del pudín de chía ha hecho que la chía sea mucho más popular en los últimos años, pero en realidad ha existido durante mucho tiempo, desde el 3500 a. C. de hecho, cuando se consideraba el alimento de los dioses. Y al igual que la chía, el lino se remonta a la antigüedad y se ha utilizado desde siempre en la alimentación y con fines medicinales.
Cuando se trata de sus respectivos desgloses de nutrientes, los dos tipos de semillas tienen similitudes y diferencias.
Dado que las semillas de chía tienen una cantidad tan alta de ácidos grasos omega 3, fibra, minerales y son una fuente completa de proteínas, muchos expertos las consideran un superalimento. De hecho, son muy buenos para tu corazón.
Las semillas de lino también tienen su propio conjunto de beneficios beneficiosos para usted: pueden ayudar a controlar la presión arterial, el colesterol e incluso desempeñar un papel en la prevención del cáncer. Los beneficios antioxidantes de las semillas de lino provienen principalmente de nutrientes llamados compuestos fenólicos.
Las semillas de lino también pueden ayudar a eliminar el estrógeno de su cuerpo. Demasiado estrógeno está relacionado con síntomas menstruales y síndrome premenstrual no tan divertidos.
Si bien las semillas de chía y de lino son fuentes increíbles de fibra, la chía proporciona aproximadamente el doble que las semillas de lino. Ambos son fuentes asombrosas del ácido graso omega-3, ácido alfa-linolénico (ALA), con semillas de lino que proporcionan aproximadamente 1,6 gramos por cucharada y semillas de chía que proporcionan 1,8 gramos.
Las semillas de chía también superan a las semillas de lino en términos de su contenido de proteínas, aunque los márgenes son más delgados. Las semillas de chía son un poco más altas en proteínas con alrededor de 1,7 gramos de proteína por cucharada, mientras que las semillas de lino contienen alrededor de 1,3 gramos por cucharada. Es recomendable combinar las semillas de chía con una buena fuente de vitamina C, como fresas o cítricos, para maximizar la absorción de hierro no hemo, pues la vitamina C sería su único punto débil.
Finalmente, las semillas de chía también destacan como una mejor fuente de calcio, proporcionando alrededor de 63 mg por cucharada; para un pudín de chía hecho con 1/4 de taza de semillas de chía proporcionaría casi 1/4 de sus necesidades diarias de calcio. Ambos van a ser de aporte a tu bienestar, puedes probar uno y luego el otro, recuerda que lo importante es sentirnos bien con lo que comemos, así que puedes pensar en los grandes beneficios de estas semillitas, ¡para crear tus muy sabrosas recetas!
La alimentación de las personas que vive en las ciudades depende de la cadena de comercio ya que no tenemos una relación directa con la producción de alimentos y dentro de esta cadena comercial se da, por estrategia de venta, alteraciones y procesamientos inadecuados de la comida que llega a nuestra mesa.
Las alteraciones que se hacen a los productos consisten en fumigar con químicos sintéticos los cultivos o incluso alterar la composición de las semillas previamente con el fin de hacerlos más agradables a la vista y al gusto, pero causando una perdida importante del valor nutricional del alimento pues este pierde su composición natural y se encuentra contaminado por estas sustancias que le son nocivas al consumidor. Un PRODUCTO ORGÁNICO ES EL QUE FUÉ CULTIVADO sin recibir químicos sintéticos ni alteraciones en su semilla.